Calefacción: cómo sacarle el máximo partido
Sigue estos cinco consejos para utilizar de forma correcta y eficiente la calefacción del auto.
1.- Con calma
La calefacción de los autos con motor de combustión está estrechamente ligada a éste, por lo que si no está caliente, difícilmente podremos calefaccionar el habitáculo. Por eso no sirve de nada entrar y poner a tope la calefacción, ya que el sistema suministra el calor que genera el propulsor. Si el motor no tiene la temperatura idónea, por la ventilación tan sólo saldrá aire frío. Por eso lo que debemos hacer es encender el vehículo y recorrer unos cuantos kilómetros hasta que veamos que la aguja de la temperatura alcanza al menos un cuarto del indicador. En este momento ya podemos encender levemente la ventilación, ya que si lo abrimos al máximo saldrá aire templado en vez de una suave brisa caliente. Para poder ponerlo al máximo y que salga aire caliente deberá estar casi a la mitad del indicador de temperatura del motor.
2.- No enciendas el aire acondicionado
Si lo que quieres es calentar y no enfriar el habitáculo, de nada sirve que aprietes el botón de A/C ya que como hemos dicho antes, el sistema de calefacción lo único que hace es tomar el calor del motor y llevarlo hasta el interior del auto. Además de ser ineficiente, ya que emplea más energía y por tanto consume combustible, encender el aire acondicionado mientras empleas la calefacción puede causar una avería en el sistema.
3.- De abajo hacia arriba
El aire caliente asciende y el frío desciende. Este concepto básico de física se aplica también al sistema de climatización del vehículo. Por eso, en el caso de la calefacción es más eficiente que se direccione la salida del aire hacia los pies, de modo que el calor ascienda por sí mismo hacia el resto del habitáculo.
4.- Temperatura ambiente
Una temperatura excesiva es perjudicial tanto para el sistema de climatización del vehículo como para nuestra propia seguridad. Poner siempre al máximo la calefacción para alcanzar rápidamente la temperatura escogida, fuerza el motor del sistema, lo que puede generar un desgaste prematuro del mismo y una avería grave con el tiempo. Además, conducir con una temperatura excesiva favorece la somnolencia, lo que supone una de las principales y más graves causas de accidente en carretera. Lo ideal es fijar la temperatura del sistema de climatización entre 19 y 22 grados tanto en invierno como en verano y dejar que el sistema actúe por sí mismo de un modo gradual.
5.- Mejor sin guantes
Conducir con gruesos guantes o abultados abrigos puede ser más perjudicial de lo que en principio parece. Los primeros no nos permitirán tener un buen tacto de la dirección ni de la palanca de cambios, lo que es crucial para una óptima conducción. Mientras que llevar un abrigo muy voluminoso, además de reducir nuestra movilidad, hará que el cinturón no se pueda ajustar bien a nuestro cuerpo, pudiendo salir despedidos si tenemos un accidente. Por lo tanto, es mejor encender la calefacción, e incluso aumentar más de 22 grados la temperatura si somos muy friolentos, antes que conducir con más prendas de ropa de las necesarias.